Triglicéridos. ¿Cómo bajarlos?

La palabra “Triglicérido” proviene del griego Tri = tres + Glykeros = dulce + Ido = apariencia de, y hace referencia a un tipo de grasa que almacena el exceso de las calorías ingeridas no utilizadas.

Los triglicéridos constituyen la forma más eficiente del organismo para el almacenamiento de energía en forma de grasa para fines de reserva.

Para que estos puedan almacenarse en las células del tejido graso, es preciso su transportación a través de la sangre; por ello es por lo que se visualizan en los análisis sanguíneos.

Los triglicéridos proceden de los ácidos grasos que absorbemos a través del intestino procedentes de los alimentos y de los que el hígado es capaz de elaborar.

Los niveles de triglicéridos en nuestro cuerpo pueden alterarse por causas congénitas:

  • Trastornos genéticos
  • Enfermedades en la tiroides
  • Enfermedades del hígado
  • Enfermedades de los riñones
  • Deficiencias de ciertas enzimas

O también pueden alterarse por causas adquiridas:

  • Consumo excesivo de calorías (principalmente provenientes de azúcar y alcohol)
  • Exceso de grasa corporal
  • Consumo de tabaco
  • Consumo de ciertos medicamentos
  • Diabetes tipo 2 mal controlada

Los niveles de triglicéridos se miden en la sangre, en miligramos por decilitro (mg/dL) bajo las siguientes pautas:

Categoría

Nivel de triglicéridos

Normal

Menos de 150mg/dL

Límite alto

150 a 199 mg/dL

Alto

200 a 499 mg/dL

Muy alto

500 mg/dL y más

Niveles superiores a 150 mg/dl aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca,  hígado graso, pancreatitis y síndrome metabólico.

Si ya tienes hipertrigliceridemia (niveles altos de triglicéridos), ¿qué puedes hacer?

Primero que nada, es importante señalar que este diagnóstico tendrá que ser realizado y validado por tu médico de confianza previo la revisión de análisis sanguíneos, sin embargo, aquí te comparto 4 consejos que pueden apoyarte durante tu tratamiento:

  1. Limita la cantidad de alcohol que consumes. El alcohol es alto en calorías y azúcar, por lo que tiene un efecto particularmente fuerte sobre los triglicéridos.
  2. Haz ejercicio con regularidad. Intenta realizar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría o todos los días de la semana.
  3. No fumes, no sólo ayudará a disminuir tus niveles de triglicéridos, sino tu estado de salud en general.
  4. Utiliza medicamentos únicamente por prescripción médica.

Y, ¿qué debo comer?

El abordaje del tratamiento deberá realizarse por un nutriólogo, mismo que deberá evaluar tu caso en particular, tus necesidades de salud, de vida, de tiempos, de economía y de prioridades, para realizar un plan de alimentación a tu medida. Apoya tu tratamiento con los siguientes consejos:

  1. Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra tales como verduras crudas y frutas con cáscara.
  2. Disminuye el consumo de embutidos altos en grasa saturada (salchicha de cerdo, tocino, salami, longaniza, chorizo…).
  3. Evita el consumo de jugos, refrescos, aguas de sabor (aunque sean de fruta natural). Elige agua natural, agua mineral sin sabor, tés fríos (sin azúcares añadidos) e infusiones para hidratarte 
  4. Evita el consumo de cereales refinados como el pan blanco, galletas, pan dulce, cereales de caja sin fibra. Elige el consumo de cereales complejos, como tortilla de maíz, cereales de grano integral y leguminosas.
  5. Incrementa el consumo de alimentos ricos en grasas cardio protectoras, como las nueces, almendras, aguacate, cacahuate, salmón, atún rojo, etc…

Recuerda: Tu cuerpo te necesita y tú lo necesitas a él ¡Cuídalo!

Referencias:

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