¿Por qué el alcohol “engorda”?

El alcohol es un gran saboteador de la pérdida de peso ya que el hígado no puede metabolizar alcohol y la grasa al mismo tiempo, por lo que preferirá metabolizar el alcohol por ser la sustancia tóxica, lo que significa que mientras haya alcohol circulando, el cuerpo dejará de utilizar la grasa como fuente de energía, es decir, el metabolismo se parará y ahora no sólo no quemaremos, sino que almacenaremos este exceso de calorías que no estamos gastando.

Otro gran problema con el alcohol es que es alto en calorías, cada gramo de alcohol tiene 7 calorías, mientras que cada gramo de carbohidrato o proteína tiene sólo 4 (¡casi el doble!). Además, a diferencia de lo que sucede con las calorías de los alimentos, en su mayoría se trata de calorías vacías, es decir, desprovistas de nutrientes, por lo que una buena “noche de copas” puede suministrarnos más de la mitad de energía que necesitamos en un día, por tanto, más de 1500 kcal que estamos dejando de gastar y las estamos almacenando.

Sin embargo, no se espanten tanto, un consumo moderado NO favorece el aumento de peso (aunque si puede estancarte si estás en un programa de pérdida de peso). Un organismo SANO tolera esto sin problema. 

¿Cuánto es un consumo moderado?

Se entiende por moderado máximo 30 gramos al día para los hombres y 20 gramos al día para las mujeres, ya que las mujeres lo metabolizamos más lentamente porque tenemos menos enzima alcohol deshidrogenasa.  

¿Qué bebida alcohólica es mejor?

Lo que siempre les recomiendo es que si van a tomar elijan vino tinto o cerveza, ya que a diferencia de los otros, estas 2 NO son sólo calorías vacías. El vino tinto es fuente de polifenoles (antioxidantes) y la cerveza es fuente de vitaminas y minerales esenciales.

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¿Todas las bebidas “engordan” igual?

El aporte de calorías de cada bebida dependerá de los gramos de alcohol que contenga. A continuación les comparto una lista de las bebidas más populares junto con su contenido de alcohol (etanol) en gramos y de energía en calorías para que no se dejen engañar por los mitos urbanos de que el vodka y el whisky son casi libres y el ron es el peor enemigo.

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Por último, me gustaría dejar muy claro que aunque un consumo moderado de alcohol no es malo, esto no significa que si tú habitualmente no consumes alcohol debas empezar a incluirlo todos los días. El consumo de alcohol puede proteger frente a unas enfermedades como las cardiovasculares, pero de acuerdo a otros estudios también aumenta el riesgo de obesidad, hipertensión arterial, hipertrigliceridemia, enfermedades del hígado, páncreas, gastritis, cáncer de boca, esófago y estómago, y en otro orden, el riesgo de sufrir accidentes de tráfico y similares, así que OJO, todo con medida #eligelomejor 

Fuente

  • Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes (SMAE). 3a Edición.

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