Una historia inspiradora

Dicen que todo depende del cristal con que se mira y, seamos honestos, al oír la palabra “dieta” nos viene a la mente sacrificio, sabores aburridos y hasta el estómago se retuerce ya con la sola amenaza, yo elegí un mejor concepto: comer BIEN.

Hice esta elección hace poco más de un año, cuando era la del lado izquierdo, hasta que decidí dar un paso para dejar atrás el cansancio, sueño a todas horas, niveles peligrosos de colesterol y triglicéridos, y las ganas de ponerme ropa genial pero que no me quedaba.

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Por suerte, encontré a la Dra. Fer, así que fui a consulta y me sentí completamente diferente que en mis intentos anteriores para bajar de peso. Con ella la palabra dieta es sinónimo de alimentación saludable y comida nutritiva y deliciosa, de verdad que no notas que estás a dieta, y más porque no se deja del todo el comer lo que más te gusta.

En todo este tiempo también he hecho lo que yo le llamo «días de fuga», que es cuando me salgo un poco de los alimentos saludables y me doy mis pequeños “gustillos”, que son los dulces y en especial el chocolate, lo más genial de esto, es que los “días de fuga” no han mermado para nada todo el esfuerzo que he puesto en estos meses, ya que he aprendido a escuchar a mi propio cuerpo cuando está satisfecho, cuando es suficiente y lo que necesita para estar al 100%.

Ahora, 16 kilos después y con la ayuda de los planes de alimentación y el ejercicio me he mantenido saludable y a gusto conmigo misma; mi familia y conocidos me hacen mención del cambio tan radical que he hecho en mi vida, yo misma lo siento, ¡yo vivo a diario esta mejor versión de mí!

Lo más difícil, es decidirse, una vez dado ese paso, sabes que no hay marcha atrás para continuar con el esfuerzo y esperar el fruto de esa dedicación y empeño.

Mil gracias por compartir tu historia Lina, eres un gran ejemplo para todos.

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