Lo que dice tu popó de tu salud intestinal

Hablar sobre esto no es de lo más glamuroso, pero lo cierto es que resulta un tema realmente importante, ya que tu “popó” dice mucho de tu salud intestinal.

Los residuos de los alimentos o las secreciones del cuerpo reciben el nombre de excremento palabra que proviene del vocablo de origen latín “Excernere” que significa -mantener a parte-, por lo que la palabra excremento hace referencia a algo que se mantiene alejado o fuera de.

El excremento es el último paso de la comida por el tracto digestivo. Sale del cuerpo a través del recto y del ano. También recibe el nombre de heces, heces fecales, materia fecal o popularmente como popó y caca.

Las heces fecales están hechas de lo que queda después de que el aparato digestivo (estómago, intestino delgado y colon) absorbe los nutrientes y líquidos de lo que se comió. Se compone de alimentos que no se digirieron, bacterias, moco y células del revestimiento de los intestinos.

Tu popó es una fuente de información valiosísima sobre tu salud digestiva, nos da una buena idea de la calidad de lo que comes, cómo digieres y cómo eliminas los desechos, por lo que más vale que la voltees a ver cada vez que vayas al baño 😉

¿En qué te tienes que fijar?

Forma

Científicamente existe una escala con la que podemos clasificar los distintos tipos de popós y determinar si podemos tener algún tipo de problema que debamos atender. Esta se llama escala de bristol (por la universidad en la que fue creada) y fue desarrollada por dos británicos, Heaton y Lewis, en ella se clasifican las heces según su consistencia y su forma en 7 tipos.

Escala Bristol. Elige nutrición

Evaluación

1, 2 y 3: Quiere decir que tu tránsito intestinal es lento. Se considera como estreñimiento y se debe principalmente a la falta de fibra y líquidos. Incorpora más agua y frutas, verduras y hortalizas a tu alimentación.

4 o 5: Es la consistencia ideal, no hay de qué preocuparse. Has dado en el clavo con tu alimentación e hidratación.

6 o 7: Se considera diarrea, puede ser una infección o inflamación causada por virus o bacterias. Toma agua y otros líquidos para rehidratarte. Si se encuentra presente por más de 14 días seguidos, debes acudir con tu médico de confianza, pues esta condición es de cuidado, no sólo por la deshidratación que puedes sufrir sino porque no se están absorbiendo los nutrientes de los alimentos.

Color

EL color de las heces nos hablará de su composición. Lo normal es que sea café, en distintos tonos, sin embargo, algunos alimentos pueden alterar su color.

Color de las heces. Elige nutrición

Recuerda: somos seres individuales, ningún tema sobre salud, puede abordarse desde un ámbito general. Este artículo es meramente informativa. Hay muchos otros factores que pueden afectar los colores de las heces como: medicamentos, enfermedades o suplementos. Por lo tanto, NO SUSTITUYE LA CONSULTA CON UN ESPECIALISTA. 

Olor

Unas heces saludables no tienen mal olor, si hay olor desagradable o incluso pestilente, quiere decir que las heces están pasando demasiado tiempo dentro de los intestinos lo cual genera que las bacterias produzcan gases que causan el mal olor. También pueden ser indicadores de que la flora bacteriana es insuficiente o no está trabajando correctamente.

Frecuencia

Los ritmos intestinales de cada persona son distintos y pueden variar mucho. Se considera normal ir al baño desde tres veces al día (persona con un tránsito rápido) hasta tres veces por semana (persona con un tránsito lento), siempre y cuando la consistencia y color de las heces sean correctas, no exista dificultad para evacuar y no presentes malestar. Recuerda siempre: eres ÚNICO, nada puede ser igual ni aplicar de la misma forma igual para todos.

¿Cómo puedo cuidar mi salud intestinal?

Bueno pues como siempre lo comento, cada persona es un mundo. Por lo tanto, la salud digestiva también es un tema que debe de abordarse desde un enfoque individualista, conociendo el estilo de vida de la persona, sus tiempos, su ritmo de trabajo y sus preferencias.

Te recomiendo que si presentas algún tipo de malestar o si después de leer esta guía descubres que presentas alguna de las características descritas como de cuidado, acudas con un médico especialista en el tema y posteriormente de que tengas un diagnóstico médico, complementes tu atención y tratamiento con un especialista en nutrición. Ojo: internet no hace diagnósticos ni genera tratamientos.

No obstante, si deseas cuidar tu salud digestiva e implementar pequeñas acciones en pro de tu digestión, aquí te dejo unos prácticos consejos para que sepas por donde comenzar:

  1. Come en un entorno sin distracciones y mastica adecuadamente los alimentos para evitar la ingesta de aire que puede complicar posteriormente la digestión. Cuando te tomas el tiempo necesario y con calma puedes masticar mejor los alimentos, lo que facilitará la digestión.
  2. Evita consumir en exceso alimentos grasos, como, por ejemplo, alimentos fritos, capeados y empanizados.
  3. Controla el consumo de bebidas con gas, como los refrescos, cervezas o bebidas energéticas.
  4. Evita el consumo de alcohol, pues aumenta la acidez e irrita las paredes del estómago.
  5. También es aconsejable realiza ejercicio con regularidad; además de ser bueno para la salud, influye en una mejor digestión.
  6. Toma suficiente agua.
  7. Incorpora a tu alimentación verduras y frutas. Por su alto contenido en fibra te ayudarán a mejorar tu digestión.
  8. Después de comer, puedes tomar una infusión de manzanilla, melisa, o hierbabuena, son plantas digestivas que facilitarán tu digestión.
  9. Incorpora a tu dieta lácteos fermentados (yogur griego y kéfir). Los microorganismos que contienen ayudan a regenerar y mantener la microbiota intestinal.

Entonces ya sabes, a partir de hoy échale un vistazo al escusado y ve que está diciendo tu popó de tu salud.

Fuentes

  • >