Riesgos de consumir refresco (aunque sea light)

Los refrescos nacieron a finales del XVIII, tuvieron su origen en el ámbito de la farmacia y se solían tomar para atender pequeñas afecciones. Actualmente se han convertido en un elemento imprescindible en las mesas de las familias mexicanas, al momento de la comida, tan es así que, a escala global, los mexicanos lideramos el consumo de refrescos al ingerir en promedio 164 litros de refresco en un año.

Los primeros refrescos conocidos se elaboraban a base de agua natural o agua gaseosa natural, las cuales se combinaban con frutos y edulcorantes, como la miel y otros jugos azucarados. Actualmente, dependiendo del país, esta bebida se elabora con agua carbonatada, edulcorantes naturales y artificiales como fructosa, sacarosa y el ciclamato (E952), acidulantes, colorantes, antioxidantes, estabilizadores de acidez y conservadores.

¿Qué onda con los refrescos light?

Las compañías refresqueras han reducido la cantidad de azúcar en sus recetas a cambio de añadir edulcorantes sintéticos para endulzar. Esto ha producido que el compendio de siglas de aditivos químicos en la información nutricional de las versiones sin azúcar, zero o light se encuentre presentes en las etiquetas de estas bebidas, como respuesta al aumento de la sensibilidad del consumidor por productos bajos en calorías, así como por la presión de las autoridades sanitarias por la reducción de la ingesta de azúcares añadidos.

El resultado son bebidas con menor aporte calórico o sin caloría alguna endulzadas con edulcorantes sintéticos tanto en sus versiones sin azúcar como en las originales, sin embargo, estudios recientes, sostienen que estos edulcorantes artificiales también podrían tener un impacto poco favorable en la salud.

Como siempre les digo, no hay alimentos buenos ni malos, ni tampoco es cierto que la nutrición sólo se resume a cuantas calorías entran y cuantas salen. La realidad es que nuestro cuerpo procesa de forma diferente las calorías provenientes de los alimentos (no es lo mismo ingerir un refresco a un plato de pescado con verduras), por ello la importación de ser conscientes no sólo de cuanto comemos sino de qué comemos y la frecuencia con que lo hacemos.

El mayor problema con el consumo excesivo de refrescos radica en la calidad de sus ingredientes, ya que se asocian con el desarrollo de diferentes padecimientos como obesidad, diabetes tipo 2, derrames cerebrales, gota, asma, cáncer, artritis reumatoide, enfermedades arteriales coronarias y óseas, problemas dentales y de conducta, trastornos psicológicos, envejecimiento prematuro y adicción, así que ¡Cuidado! el que existan refrescos sin una sola caloría no quiere decir que realmente sean más saludables.

¿Qué diferencias hay entre los refrescos regulares y los refrescos light?

Existen estudios que han avalado que las variedades de dieta pueden ser tan dañinas como los refrescos regulares, sólo que de diferentes maneras.

Un refresco de cola regular aporta 150 calorías en una lata y 41 gramos de azúcar (10 cucharaditas), mientras que un refresco de cola light aporta 0 calorías y 0 gramos de azúcar. Ambas aportan una cantidad similar de sodio (30-35 mg) y de cafeína (35 mg).

Pero las calorías no lo son todo….

  1. Los estudios han demostrado que el consumo de edulcorantes artificiales puede aumentar la intolerancia a la glucosa del cuerpo.
  2. Muchos estudios revelan que las personas que beben refresco de dieta tienen mayor circunferencia de cintura comparado con las personas que no lo consumen.
  3. Un estudio descubrió que beber una lata de refresco todos los días puede aumentar tu riesgo de ataque cardíaco en un 20% en comparación con las personas que no lo beben en absoluto, sin embargo, se descubrió que los bebedores de refrescos de dieta tienen un 50% más de probabilidades de desarrollar problemas cardiovasculares, lo que los hace más propensos a sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Adicional un estudio separado también concluyó que el consumo diario de refrescos light aumenta su riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en un 48%.
  4. Los refrescos comunes contienen ácidos que disuelven el esmalte de los dientes y provocan caries, además de que las bacterias en nuestra boca prosperan con el azúcar. Muchos de nosotros pensaríamos que los refrescos light no son dañinos para los dientes porque no contienen azúcar, sin embargo, contienen ácido fosfórico, que daña el esmalte protector, dejando los dientes más propensos al ataque de bacterias dañinas.
  5. El consumo de altos niveles de azúcar procesada, el mismo tipo que se encuentra en los refrescos, puede disminuir la producción de la proteína responsable del desarrollo neuronal, causando el «factor neurotrófico derivado del cerebro», que afecta creación de memoria y procesos de aprendizaje. Los edulcorantes artificiales, como el aspartame (que se usa en los refrescos light), son perjudiciales para el sistema nervioso neural, así como para la médula espinal. Estos edulcorantes se han asociado con cambios de humor y dolores de cabeza.
  6. Los edulcorantes artificiales que se utiliza en los refrescos light, de dieta o sin azúcar, son tan dulces que confunde a nuestros sentidos. Si tomas refresco light de manera habitual, te acostumbrarás a sabores tan dulces que será difícil distinguir el dulce en otros alimentos. El resultado es que cada vez buscarás alimentos más dulces para conseguir la misma sensación.
  7. Un estudio reciente revela que las personas que beben refresco de dieta todos los días tienen un 36% más probabilidad de desarrollar síndrome metabólico (hipertensión, colesterol anormal, exceso de grasa en abdomen).
  8. Estudios muestran que las personas que consumen cuatro o más refrescos de dieta al día tienen 30% más probabilidad de desarrollar depresión comparado con las personas que no toman refresco
  9. Los edulcorantes artificiales alteran el equilibrio de las bacterias en tu intestino. Esto se relaciona con problemas como problemas como la intolerancia a los carbohidratos y la resistencia a la insulina.
  10. Las mujeres que beben refrescos de cola tienen una menor densidad ósea en la cadera, comparado con las mujeres que no lo consumen. La frecuencia también importa, las mujeres que consumen refresco diario tienen menor densidad ósea que las que lo hacen una vez por semana.

Conclusión:

Es difícil llegar a una conclusión definitiva con respecto a qué refresco es “la mejor opción” ya que ambas versiones representan riesgos para la salud, sin ningún beneficio. Pero como siempre te digo, el secreto está en llevar una vida en equilibrio y balance que te permita disfrutar un poco de todo.  Si tu objetivo es mantenerte hidratado, busca mejores opciones, como agua natural, tes, e infusiones, si estás tratando de disminuir tu consumo de refresco, una buena opción para este proceso, serían las aguas carbonatadas y minerales, pero si hoy tienes antojo de un refresco te hago 4 sugerencias para que lo consideres:

  1. Considera que no es el líquido idóneo para hidratarte.
  2. Elige las versiones más pequeñas.
  3. Comparte las versiones más grandes.
  4. Por un vaso de refresco consume uno de agua.

Fuentes:

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